27 de agosto de 2022
Judicial

Investigación

"Pierdo esperanzas de que haya justicia", aseguró una joven Qom

“A veces pierdo la esperanza de que haya una verdadera justicia”, dice con la voz entrecortada Lisette Fernández.
“A veces pierdo la esperanza de que haya una verdadera justicia”, dice con la voz entrecortada Lisette Fernández.

“A veces pierdo la esperanza de que haya una verdadera justicia”, dice con la voz entrecortada Lisette Fernández (21), una joven de la comunidad Qom que desde hace 8 años reclama que se investiguen como homicidios las muertes de su mamá y de su hermana, Nancy (36) y Micaela Fernández (14), ocurridas en el partido de Tigre, en los que, a su criterio, está vinculada una red de trata de personas.

Es que, hasta el momento, la Justicia cree que la adolescente se suicidó y que la mujer falleció a causa de una muerte natural, por lo que nunca se tuvo en cuenta el reclamo de la familia sobre que ambas fueron víctimas de hechos violentos.

Lisette, quien recibe el acompañamiento de organizaciones como la Unión de Pueblos Originarios de Tigre y Escobar, Suteba Tigre y Pibas por la Abolición, denunció que “se trata de ocultar y no quieren que se sepa” lo que ocurrió con su hermana y su mamá, quienes fallecieron en febrero de 2013 y mayo del 2014 respectivamente.

Hecho

Ocurrió en febrero de 2013, cuando Micaela fue hallada sin vida en la casa de su supuesta pareja, Daniel “Pato” Cenizo, con un disparo en la cabeza.

Desde el comienzo, esa situación fue cuestionada por los familiares de la adolescente, quienes denunciaron que Micaela Fernández había sido cooptada por una red de trata en los meses previos al hecho y apuntaron contra Cenizo, a quien acusaron de ser el autor del hecho y su proxeneta.

Sin embargo, el fiscal que instruyó la causa, Diego Molina Pico, consideró que el hecho había sido un suicidio y desestimó la denuncia contra Cenizo.

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