Pitazo final para el partido entre Paris Saint Germain e Inter de Miami, en los octavos de final del Mundial de Clubes, y una pregunta que resonó en la cabeza de muchos periodistas es qué pasará con Lionel Messi y su carrera, no solo pensando en su etapa de clubes, sino como jugador y su relación con la Selección Argentina, pero atrás de todo hay algo más grande.
En su carrera deportiva, y personal, parecen estar las cosas bien claras las cosas con respecto a continuar en el club de Miami, al lado de David Beckham y todos sus amigos de otros clubes, y traer a otros como refuerzos por lo menos para seguir alimentando el Mundo Messi en la Mayor League Soccer (MLS), y en la selección llegar al mundial del año próximo y allí despedirse, sea cuál fuera el resultado del equipo nacional.
“No perdió Leo Messi, perdió el Inter Miami. MESSI JUEGA CON ESTATUAS, no con compañeros. Está rodeado de jugadores que corren como si llevaran SACOS DE CEMENTO”.
— Sudanalytics (@sudanalytics_) June 29, 2025
Zlatan Ibrahimović. 😅 pic.twitter.com/QN7U2HIOEz
Detrás de lo futbolístico, con todo armado además en lo familiar ya que están muy cómodos en Miami su esposa e hijos, Messi ha recibido una propuesta que aún analiza y parecer comenzar a sonar muy fuerte en este aspecto de a qué se dedicaría el astro una vez que decida su retiro del fútbol, aunque muchos aseguran que podría seguir jugando en los Estados Unidos hasta los 50 años.
La propuesta maquiavélica para muchos está relacionada a una vida de Messi, post fútbol, ligada a la dirigencia. No a nivel clubes o en alguna institución, sino a nivel FIFA, allí en las grandes ligas y con mucho más poder sobre algunas decisiones, pero sobre todo un concepto de dar al fútbol la posibilidad de ser manejado por sus protagonistas.
Esta idea tiene como principal impulsor a David Beckham. Su fuerte imagen, la capacidad de ser empático y protocolar en la "política" del fútbol lo están convirtiendo en una persona cercana a Infantino, actual presidente de la FIFA, y desde allí el inglés está formando un grupo de dirigentes de clubes que podrían dirigir la máxima entidad de fútbol con ex jugadores.
Messi sería una suerte de embajador, con vistas a ser presidente de FIFA, acompañado por Beckham, Ronaldo, dueño y presidente de Valladolid, en España, entre otros, y el Mundial 2026 que se desarrollará en su mayoría en los Estados Unidos será la prueba para comenzar a alimentar, aún más, figura del actual jugador del Inter Miami como un símbolo de la FIFA.
Varios hombres fuertes del fútbol no ven con malos ojos la posibilidad de un Messi presidente, rodeado de figuras como Beckham, Ronaldo, Roberto Carlos, e incluso Maxi López, actual propietario del club inglés Birmingham City, además de accionista en otro club suizo. Árabes, norteamericanos y chinos serían otros de los apoyos económicos para la postulación del astro argentino a la cima dirigencial.