7 de diciembre de 2021
Género

Femicidio en Gálvez

Santa Fe: los psiquiatras sostienen que Jorge Trossero era "consciente" cuando asesinó a Danisa Canale

Las partes cuestionaron a los profesionales y psicólogos acerca del estado mental del femicida.
Las partes cuestionaron a los profesionales y psicólogos acerca del estado mental del femicida.

La segunda jornada del juicio contra Jorge Trossero, quien asesinó a su esposa de diez mazazos en la cabeza a principios de 2019, estuvo repleta de testigos expertos. Psicólogos y psiquiatras que intervinieron en la causa arrojaron luz sobre el estado mental del femicida al momento del hecho y coincidieron en que "estaba en condiciones de comprender la criminalidad de sus actos". La defensa continúa apostando a una declaración de inimputabilidad.

Durante la mañana del lunes los jueces Sergio Carraro, Rosana Carrara y Luis Octavio Silva escucharon a policías, familiares y médicos acerca de lo sucedido aquella trágica tarde del 15 de enero, y este martes se dedicaron exclusivamente a recibir los testimonios de los diversos profesionales de la salud mental que intervinieron en la causa.

Y es que la materialidad del "homicidio triplemente calificado" de Danisa Canale en manos de su marido Jorge Trossero (53) no es controvertida por la defensora María Georgina Stratta, cuya estrategia se centra en lograr la declaración de inimputabilidad de su cliente.

Diversas pericias, entre ellas informes realizados por la Junta de Salud Mental de Santa Fe y otros de su par en Rosario, fueron ofrecidos por las partes para zanjar esta cuestión. Tanto los fiscales Marcelo Nessier y Ana Laura Gioria, como los querellantes Ignacio Alfonso Garrone y Clara Vázquez, sostienen que el femicida era consciente de sus actos y pretenden que se lo condene a prisión perpetua.

"Vigil, lúcido y orientado"

Trossero atacó a Danisa en su casa de calle Liniers al 958, en Gálvez, alrededor de las 16.30 del 15 de enero de 2019. Con una maza de albañil, la golpeó repetidas veces en el cráneo, tras lo cual dio aviso a la policía: "Vengan a buscarme que maté a mi mujer".

Cuando los uniformados arribaron al lugar se lo encontraron sentado, observando el cuerpo inmóvil de su esposa. Nunca perdió la calma, ni la compostura. Desde un primer momento se habló de su estado mental, y de que no habría sido consciente de lo que hacía. De hecho, él mismo dijo no recordar qué había sucedido, tener un "blanco" en su memoria que se extendía desde antes del mediodía hasta la noche del día en cuestión.

Tras su detención, fue trasladado a sede policial y esa misma noche se le realizó la primera entrevista para determinar su estado psíquico. Al contrario de lo que se creía, la psicóloga lo encontró "vigil, lúcido y orientado".

No presentaba ningún "signo psicopatológico que alterara su percepción de la realidad", se refirió a la depresión que le habían diagnosticado años atrás y dijo haber sufrido con anterioridad episodios de "nerviosismo que lo hacían ponerse irascible y protagonizar episodios de violencia en la pareja".

A partir de allí, en febrero se ordenó la intervención de la Junta de Salud Mental de Santa Fe, y en julio de ese año la de su par de Rosario, que avalaron el cuadro depresivo que sufre Trossero. Sin embargo, no asociaron la patología al crimen ni lo declararon inimputable.

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