En marzo de 2025, entre gallos y medianoche, el Concejo Deliberante de Luján aprobó la reforma del Código de Ordenamiento Urbano a pedido del intendente ligado a La Cámpora, Leonardo Boto Álvarez.

Se rezonificaron, mediante expedientes cerrados y sin participación ciudadana, más de cien predios. Se afirma que la “cometa” que se corrió fue sideral y que estaba institucionalizada hasta tal punto que se cobraba directamente en la Dirección de Planeamiento municipal bajo el concepto de plusvalía inmobiliaria.

Los encargados de lograr que esto se aprobara en el Concejo Deliberante fueron, nada más y nada menos, que el presidente del Concejo Deliberante y kirchnerista, mano derecha del intendente Boto, César Siror; el concejal afín a Cristian Ritondo del PRO, Andrés Albato; y el ya conocido por todos, el nuevo libertario Matías Braticelli Culaciati, primo de la diputada Rita Salaberry y parte de la casta inmobiliaria de Luján.

Es tanta la guita que agarró el intendente de La Cámpora, Leo Boto, que mandó a demoler una de sus propiedades en el barrio privado Las Lilas para construir una mansión de 400 metros cuadrados.

Y si algún fiscal se despierta de la siesta y quiere cumplir con su deber de funcionario público, le recomiendo que investigue el corralón de donde provienen los materiales de la nueva mansión de Leonardo Boto.