Un grave episodio de violencia laboral y una serie de acusaciones por presunto favoritismo y maltrato sacuden al Ente Municipal de Deportes y Recreación (EMDeR) de Mar del Plata.
La denuncia formal, a la que este medio tuvo acceso, fue radicada por Guillermo Adrián Milanesi (de 45 años), trabajador de albañilería e infraestructura del Polideportivo, contra el capataz general de espacios verdes, Ezequiel Miranda.
En su declaración testimonial ante la Policía Bonaerense, Milanesi relató que, mientras trabajaba junto a compañeros en el sector de tenis del predio ubicado en Juan Bautista Justo y Lisandro de la Torre, Miranda se presentó, comenzó a gritarle que “él mandaba” y se abalanzó sobre él intentando golpearlo.
Según el testimonio, el forcejeo derivó en un golpe en la cara a la altura de la oreja y una caída al piso, donde intervino personal para separarlos.
Sin embargo, la polémica no termina ahí. Un denunciante anónimo señaló que Miranda (apodado “El Pollo” del dirigente Martín Rosales) habría sido protegido por este último, archivando la denuncia para evitar sanciones.
Pese a los antecedentes, se le habría otorgado más responsabilidades, incluyendo el manejo de sectores como Camet y, próximamente, el hockey velódromo, decisión que según la fuente, cuenta con el apoyo de Rosales pero no del presidente del EMDeR, Sebastián D’Andrea.
El anónimo también apuntó a supuestos casos de favoritismo: ascensos rápidos para empleados afines a Miranda y Rosales, habilitaciones para conducir tractores y camiones, y la asignación de la vivienda del Patinódromo a un trabajador soltero, desplazando a compañeros con familia.
Asimismo, acusó a ambos de haber vendido toldos y garitas de aluminio que pertenecían a los Juegos Panamericanos, y de maltrato hacia empleados, algunos de los cuales habrían terminado con licencias psiquiátricas o traslados.
La denuncia y las acusaciones ponen bajo la lupa la gestión interna del EMDeR y abren interrogantes sobre el manejo político y administrativo del ente deportivo municipal.