26 de abril de 2021
Judicial

Es momento de decir basta

Zárate: nos toman de boludos

El intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro y el presidente Alberto Fernández.
El intendente de Zárate, Osvaldo Cáffaro y el presidente Alberto Fernández.

Por Eduardo Rivas, corresponsal de NOVA en Zárate.

Una parte central para poder sobrellevar la situación que nos toca vivir como sociedad es que el esfuerzo sea parejo y compartido, que quienes fungen circunstancialmente como autoridades, porque el título de líderes les queda grande por todos lados, prediquen con su ejemplo para que la sociedad tenga una razón más para seguir adelante.

Obviamente que uno debe hacer las cosas porque debe hacerlas y no porque las hace otro, pero cuánto ayudaría que uno viera en los gobernantes una cuota mayor de sacrificio que la que reclaman a los ciudadanos, e infinitamente mayor a la que exhiben.

Pero no, en lugar de erigirse como modelos, con aciertos y errores, con virtudes y defectos, nos toman de boludos.

Nos dicen que no podemos acompañar a nuestros fallecidos en un velorio pero cuando el velorio es de alguien cercano al gobierno vale violar todos los protocolos.

Nos dicen que no podemos comerciar después de las 19:00 pero el negocio del básquet sigue adelante más allá de ese horario.

Nos dicen que el partido es sin público pero el Intendente está en la cancha.

Nos dicen que a las 20:00 nos tenemos que quedar en casa y ‘ellos’ deambulan por las calles sin problema a la hora que quieren.

Nos piden donaciones para el combate del COVID-19 pero destinan 20 millones de pesos al básquet para todos.

Nos piden un aporte extraordinario y dedican 36 millones de pesos a una empresa proveedora de servicios de internet. Empresa fantasma desde el arranque.

Nos ocultan los muertos de COVID-19.

Nos hacen un cuentito con los casos positivos de COVID-19 para justificar y justificarse.

Nos ocultan todo lo referido a la empresa española que contrataron para dar seguimiento a los casos positivos de COVID-19.

Nos esconden la rendición de las compras directas realizadas por la Secretaría de Salud en el marco de la emergencia sanitaria.

Nos justifican que pagaron sobreprecios argumentando que en su lugar cualquiera sería tan deshonesto como ellos.

Nos clausuran un comercio cuando hay un caso positivo de COVID-19 y Toyota sigue trabajando aunque tienen casos positivos entre sus empleados.

Nos prohíben juntarnos pero los funcionarios municipales participan de fiestas clandestinas.

Nos prohíben que nuestros hijos puedan bailar pero los hijos de los funcionarios organizan bailes clandestinos.

Nos prohíben reunirnos y los funcionarios públicos se contagian por reunirse.

Nos ocultan los casos positivos entre los funcionarios municipales.

Nos dicen que estamos al límite, y al otro día nos dicen que la situación no es tan compleja.

Nos piden que nos inscribamos para vacunarnos, y ellos se vacunan, vacunan a sus familiares, a sus amigos, a sus choferes, a los familiares de sus choferes falseando los datos personales.

Nos dicen que se preocupan por los vecinos y vivimos cada día peor.

Nos dicen que trabajan contra la violencia de género y se reúnen y fotografían con denunciados por violencia de género.

Nos hablan de un Master Plan Hábitat que comenzó hace cinco meses y aún no se hizo nada.

Nos dicen que participa del Plan una Iglesia que no está inscripta en el Registro Nacional de Cultos.

Nos cuentan que van a vender propiedades municipales para financiar este proyecto y quien firma las tasaciones es un funcionario municipal que no está autorizada para hacerlo.

Nos dicen que se pierde dinero en enviar basura al CEAMSE y negocian entre gallos y medianoches, con licencias médicas y no médicas la compra de un predio que no se puede vender y que compromete las arcas públicas.

Nos hacen pagar las tasas y ese dinero lo utilizan para beneficio propio.

Nos piden perdón, y un cocodrilo llora más honestamente que el Intendente.

Nos dicen que son oposición y en silencio acuerdan con el oficialismo a espaldas de los vecinos.

Nos toman de boludos… pero no lo somos.

Es momento de decir basta.

Es momento de marchar para cambiar las cosas.

No alcanza con putear en casa frente al teléfono o la computadora, hay que involucrarse.

Desde donde sea, como sea, con quien sea, pero hay que ser parte del cambio porque así no se puede seguir.

Zárate y los zarateños merecemos otra realidad.

Porque es inmoral tener más personas en un equipo de básquet profesional que camas de terapia intensiva en el Distrito.

Porque no es ético que cuando falta de todo se utilicen fondos públicos en caprichos personales de los gobernantes de turno.

Porque no se puede seguir como hasta ahora.

Y si quienes hoy ocupan lugares en el gobierno quieren ser parte, bienvenidos sean, como dijera Juan Perón, ‘el pueblo marchara con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes’.

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